lunes, octubre 30, 2006

Me olvido de llorar



A veces la mañana se esconde
y se refugia en tus ojos

Mis dedos poseídos por una guitarra
se entregan a todas tus cuerdas

A veces el mar esquiva a la luna
y la noche nos roba la luz artificial

Rayo en una sábana tu nombre
me envuelvo enamorado y duermo

A veces recojo lágrimas de estrellas
y me olvido de que también puedo llorar

4 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

A veces las lágrimas son ácidas y la erosión no se puede evitar. ¿O sí? No sé...

Te leo, me gusta lo que encuentro.

Saluditos,

OA

Andrés Alfonso dijo...

Hola Ophir,

Así es, la erosión es inevitable pero sobretodo lo es cuando ya no queda nada por quién llorar. Mientras existan lágrimas hay esperanza. Saludos y gracias por tu comentario!

| Ofelia Waltz | dijo...

Eso que dices es muy cierto..."cuando ya no hay nada porque llorar"

Un saludo, Gran poeta.

Laura dijo...

Qué lindo!