Hoy soy una bestia fluvial
caigo sobre la flora invisible.
Tengo el vientre apretado
contra las libélulas del fango
y en mi cabeza los caracoles festejan
la cosecha de un nuevo vino.
Soy el velero que duerme
en pos de un aire frugal
mis ojos, dos faros sin sueño
que añoran volver a soñar.
Hoy soy una bestia fluvial
navego sin mis alcatraces
la herida del sueño me cuece
y retuerce mi fondo sin mar.
© Andrés Alfonso Ramírez Islas/ Todos los derechos reservados
viernes, agosto 15, 2008
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