domingo, julio 16, 2006

La diosa en mis labios

Bajo la calma antigua
del sendero amarillo,
espera mi diosa en cama
sin ropa, ni sábanas.
Cada palabra nueva
repitiendo las caricias,
de las noche dulces
en mi viento, su espalda.
Estoy arriba de ella,
con los ojos enlatados
y la conciencia extraña,
respirando los vapores
de su piel dorada.
Bajo la calma antigua
sueña mi diosa inquieta,
buscando mis deseos
entregados a los suyos.
La órbita de sus senos
circula en mis manos,
y el calor en sus piernas
me incendia los labios.

© Andrés Alfonso Ramírez Islas/ 2006

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