A veces la mañana se esconde
y se refugia en tus ojos
Mis dedos poseídos por una guitarra
se entregan a todas tus cuerdas
A veces el mar esquiva a la luna
y la noche nos roba la luz artificial
Rayo en una sábana tu nombre
me envuelvo enamorado y duermo
A veces recojo lágrimas de estrellas
y me olvido de que también puedo llorar